Adelante, llámame intensa, irracional y obsesiva: lo soy.
Llámame bruja, sabes bien lo que practico.
Adelante, llámame loca, pues sólo hay una hombre en este mundo capaz de presumir que saca mi lado más celoso, intenso y posesivo, y ese eres tú.
Adelante, llámame insensata, pues sólo la idea de perderte puede hacer que saque mi furia, mi lado más íntimo, más errático, más egoísta.
Y de la manera más egoísta posible, deseo que nadie pueda ver lo que yo encontré en tus ojos.
No quiero que nadie más que no sea yo tenga acceso a los latidos de tu corazón.
No quiero que nadie disfrute la electrizante fricción que siento al rozar tu piel con la mía.
No quiero que nadie más sea capaz de admirar la tranquilidad y la belleza que emana de tu rostro mientras duermes.
No quiero que nadie cuente tus lunares, tus tatuajes, tus pestañas ni tus cicatrices.
No quiero que nadie más que no sea yo pueda perderse en tu embriagante aroma natural.
Deseo, desde lo más profundo de mi corazón egoísta, que ninguna otra mujer tenga el privilegio de ser amada por ti.
Deseo, desde lo más profundo de mi corazón egoísta, que nunca postres tus ojos en alguien más.
Que nadie exalte el ritmo de tu corazón como lo hago yo.
Que nadie te despierte del embrujo de mis ojos.
Que nada te haga sentir tan vivo como mi amor.
Deseo que nunca te abandone esa pasión, ese magnetismo que solo te provoco yo, tan palpable que a ninguna persona que esté en la misma habitación que nosotros le queden dudas de cuanto nos amamos.
Deseo que nunca perdamos esa habilidad de comunicarnos sin necesidad de usar nuestras palabras.
Deseo que nunca te rindas, que nunca pierdas la esperanza en que la mujer de tu vida soy yo.
Deseo, desde lo más posesivo, desquiciado y territorial que guardo en lo más recóndito mi pecho, que los hijos de ninguna otra mujer lleven los ojos del hombre que mi alma amará hasta trascender y convertirse en cenizas.
Adelante, llámame loca, lo estoy.
Llámame bruja, lo soy.
Hazte a la idea de que soy incapaz de sentir a medias, de querer a medias; que lo que siento por ti me consume el alma entera, que lo quiero todo, pero lo quiero contigo.
Quiero tu caos, quiero tu errores, quiero tu ira desenfrenada.
Quiero apaciguar la agonía de tus gritos, aliviar el dolor en tu voz y sanar las heridas de tus manos.
Quiero tu sudor, tus lagrimas saladas y la sangre que aviva cada milímetro de tu cuerpo.
Llámame loca, sabes perfectamente que sólo una loca como yo puede encajar tan bien con un loco como tú.
Llámame bruja, sabes perfectamente que, cual espejo: cuando te pienso, me piensas, cuando te llamo, me llamas, y cuando te deseo, me deseas.
Llámame bruja, brujo. Que yo sé que cuando te extraño, es porque me extrañas. Cuando te sueño, es porque me sueñas. Cuando te añoro, ansías mi compañía, mi tacto, mi presencia, mi energía.
Llámame egoísta, que cuando se trata de nosotros, tienes permiso de ser igual de egoísta que yo.